El próximo 22 de julio de 2025, el Teatre Grec acogerá uno de los homenajes musicales más esperados de este año: Pau Riba: Dioptria, 55. Com un somni d’una nit d’estiu. Este evento celebra los 55 años del mítico disco Dioptria, un trabajo esencial en la historia del rock en catalán y un emblema de la contracultura musical de los años setenta. La propuesta reunirá a diferentes generaciones de artistas que se unirán para reinterpretar la obra de Pau Riba, con el objetivo de tender puentes entre pasado y presente, memoria y experimentación sonora.
Sobre el escenario, doce músicos compartirán espacio para reconstruir cada pieza del disco con una mirada contemporánea. Bajo la dirección artística de Caïm Riba y Pol Segarra, y con De Mortimers en la dirección musical, el espectáculo pretende ser una experiencia sensorial total. Figuras como El Petit de Cal Eril, Rita Payés, Roger Mas, La Ludwig Band o Pascal Comelade, entre otros, ofrecerán su versión de los temas más icónicos del álbum. Lo harán rodeados de una escenografía que evoca la Formentera que inspiró a Pau Riba, con una propuesta visual firmada por Mariona Ubia y Jordi Berch.
Un homenaje a Dioptria como manifiesto cultural
Publicado en 1970, Dioptria fue un disco revolucionario. En dos volúmenes, Pau Riba canalizó su visión crítica del mundo con una mezcla de psicodelia, poesía y experimentación musical. Aquella obra no solo rompió esquemas musicales, sino que también representó un grito de libertad en plena dictadura, convirtiéndose en un referente indiscutible. Este concierto quiere recuperar ese legado y plantearlo desde el prisma actual, con el objetivo de demostrar que sigue siendo un material profundamente vigente.
Más que un concierto, se plantea una experiencia escénica. El título del evento, Com un somni d’una nit d’estiu, remite a un estado onírico, donde música y evocación se entrelazan. Se busca ofrecer al público un viaje sensorial y emocional hacia el universo creativo de Pau Riba, un espacio poblado por sonidos lisérgicos, imágenes poéticas y una manera libre de entender el arte. El espectáculo propone, así, una inmersión completa en la filosofía estética y vital del artista.
La mirada de las nuevas generaciones
El homenaje está dirigido por Caïm Riba, músico y productor, además de hijo del propio Pau Riba. A su lado, Pol Segarra —miembro de la banda catalano-argentina Germà Aire y vinculado a proyectos como La Ludwig Band— aporta una sensibilidad generacional que permite renovar el repertorio sin traicionar su esencia. Juntos han reunido a un grupo de intérpretes que representan la diversidad y vitalidad de la escena musical actual.
La dirección musical corre a cargo de De Mortimers, colectivo que ya ha demostrado su capacidad para releer grandes clásicos con solvencia y creatividad. Participan artistas como El Petit de Cal Eril, con su peculiar mezcla de pop metafísico y folk moderno; Rita Payés, una de las voces más prometedoras del jazz y la canción catalana; Roger Mas, cuya trayectoria se ha movido entre la tradición y la vanguardia; y Pascal Comelade, figura clave de la experimentación instrumental en Europa. Todos ellos contribuyen a construir un homenaje vivo, con personalidad propia.
Formentera como paisaje simbólico
El universo de Dioptria no se entiende sin Formentera, lugar en el que Pau Riba encontró inspiración, libertad y transformación. Esa isla mediterránea no solo forma parte de su biografía, sino que es un elemento poético que impregna las letras y atmósferas del disco. En el espectáculo, Formentera será evocada desde lo escénico y lo emocional, como un espacio simbólico que nos conecta con la pulsión vital del artista.
La escenografía diseñada por Mariona Ubia y Jordi Berch busca recrear esa isla desde una perspectiva sensorial, con luces cálidas, materiales naturales y una estética que remite a los años setenta. El resultado será un entorno que envuelve al espectador y le invita a conectar no solo con la música, sino con el espíritu de libertad, introspección y rebeldía que atravesaba el trabajo de Riba. Un ambiente soñado donde los recuerdos se mezclan con la experimentación artística.
El legado de Pau Riba como motor creativo
Hablar de Pau Riba es hablar de uno de los nombres fundamentales de la música en catalán. Con una carrera marcada por la experimentación, la poesía y la irreverencia, fue capaz de construir una obra tan personal como influyente. Su compromiso artístico lo llevó a romper con lo establecido, tanto en lo musical como en lo social, y a dejar un legado que hoy sigue inspirando a nuevas generaciones de creadores.
Este homenaje no pretende convertir su figura en un mito intocable, sino todo lo contrario: invita a dialogar con su obra, a releerla desde el presente, a encontrar nuevas formas de conexión. La elección de artistas jóvenes y contemporáneos no es casual, sino una manera de subrayar que Dioptria sigue siendo un terreno fértil para la creación. El concierto será una muestra de cómo el arte de Riba sigue generando preguntas, respuestas y belleza.
Una celebración que va más allá de la nostalgia
Aunque la fecha del concierto —22 de julio— marca una ocasión conmemorativa, este evento no está pensado como un ejercicio nostálgico. Lo que propone es una celebración activa, plural y dinámica de una obra que sigue latiendo. La voluntad es que quienes asistan no solo escuchen canciones, sino que se sientan parte de una experiencia compartida, un acto de creación colectiva en torno a un disco fundamental.
La expectación que ha generado el espectáculo, que forma parte del Grec Festival de Barcelona, demuestra que hay un interés real por revisitar obras que marcaron época desde una perspectiva contemporánea. Pau Riba: Dioptria, 55. Com un somni d’una nit d’estiu no será un tributo al uso, sino una propuesta viva, valiente y emotiva. Una noche de verano para redescubrir a un artista imprescindible y confirmar que su legado está más vivo que nunca.