La Hora Mágica en el Monasterio de Pedralbes es una oportunidad única para descubrir uno de los claustros góticos más grandes y mejor conservados del mundo de manera gratuita. Hasta el 13 de septiembre, todos los martes y viernes por la tarde, de 18:00 a 21:00 horas, el monasterio abre sus puertas para que los visitantes puedan disfrutar de su impresionante arquitectura y ambiente de paz y recogimiento.
Un recorrido por la historia
El Monasterio de Pedralbes, una joya del gótico catalán, fue fundado en 1327 por la reina Elisenda de Montcada. Su creación respondió tanto a un deseo personal de la reina como a una serie de influencias y necesidades de la época. Elisenda, esposa del rey Jaime II de Aragón, buscaba un lugar de retiro espiritual y decidió establecer este monasterio para las monjas clarisas, una rama femenina de la Orden de San Francisco.
El terreno para el monasterio fue cedido por el propio rey Jaime II, ubicado en las afueras de Barcelona, en una zona que hoy conocemos como el barrio de Pedralbes. La construcción del monasterio se llevó a cabo con gran rapidez y eficiencia, gracias al apoyo financiero y político de la corona. La iglesia del monasterio fue consagrada apenas un año después, en 1328.
El Monasterio de Pedralbes destaca por su impresionante arquitectura gótica. El claustro, una estructura de tres plantas, es uno de los más grandes y armónicos de este estilo en el mundo. Este claustro no solo servía como lugar de paseo y meditación para las monjas, sino que también conectaba las diversas partes del monasterio, como la iglesia, el refectorio y las celdas.
La iglesia del monasterio es otro punto focal de su arquitectura, con una nave única y varias capillas laterales. Las vidrieras del siglo XIV permiten que la luz natural inunde el espacio, creando una atmósfera de recogimiento y espiritualidad. En la iglesia se encuentra el sepulcro de la reina Elisenda, que está diseñado para mostrar dos aspectos de su vida: como soberana y como viuda penitente. Esta dualidad refleja su transición de la vida cortesana a una existencia más espiritual y retirada.
Desde su fundación, y hasta 1983, el Monasterio de Pedralbes fue habitado por las monjas clarisas, quienes siguieron una vida de clausura y oración. Estas monjas, siguiendo la regla de Santa Clara de Asís, se dedicaban a la contemplación y a diversas labores manuales. La vida en el monasterio era austera y enfocada en la devoción, con estrictos horarios de oración y trabajo.
Hoy en día, el Monasterio de Pedralbes es un museo y un centro de actividades culturales. A pesar de que las monjas clarisas dejaron de residir en él en 1983, su legado espiritual y cultural perdura. El monasterio alberga exposiciones temporales y permanentes que exploran su rica historia, el arte gótico y la vida monástica. Además, ofrece actividades educativas y visitas guiadas para todos los públicos, fomentando así el conocimiento y la apreciación de este patrimonio histórico.
La experiencia de la hora mágica
Durante las tardes de verano, el claustro del monasterio se convierte en un oasis de calma y belleza. Los visitantes pueden pasear por los jardines, admirar las detalladas vidrieras del siglo XIV y explorar las celdas de día donde las religiosas se retiraban para su recogimiento personal. Además, este año se presenta una exposición de paneles informativos y fotografías alusivas a elementos como el fuego, el viento, el agua y la tierra, enriqueciendo la experiencia con una dimensión visual y educativa.
El acceso al claustro es gratuito, pero se requiere reserva online previa para asegurar un control adecuado del aforo. Esta medida no solo facilita una visita organizada, sino que también contribuye a mantener el ambiente sereno que caracteriza al lugar. Las visitas se realizan de manera que el revuelo del mundo exterior quede «puertas afuera», permitiendo a los visitantes desconectar y sumergirse en un entorno de tranquilidad y contemplación.
Visitar el Monasterio de Pedralbes durante la Hora Mágica es una experiencia que combina historia, espiritualidad y arte. Es una invitación a dejar atrás el estrés diario y conectar con la esencia más pura de uno de los patrimonios góticos más valiosos de Barcelona.