En el barrio del Raval de Barcelona, a principios del siglo XX, se desató una serie de eventos macabros que aterrorizaron a los residentes. La protagonista de esta historia de terror real es Enriqueta Martí, conocida como «la vampira del Raval». Su vida y sus crímenes han dejado una huella imborrable en la memoria colectiva de Barcelona, con relatos que mezclan la realidad con el mito y que aún hoy siguen fascinando y horrorizando a partes iguales.
Orígenes y vida de Enriqueta Martí
Enriqueta Martí nació en 1868 en Sant Feliu de Llobregat, una localidad cercana a Barcelona. A lo largo de su vida, trabajó en diversos oficios, incluyendo el servicio doméstico y la prostitución. Su vida cambió radicalmente cuando se mudó al barrio del Raval, donde comenzó a forjar su siniestra reputación.
El Raval, conocido en aquella época por ser un barrio marginal y peligroso, se convirtió en el escenario perfecto para los atroces crímenes de Martí. Aprovechando la pobreza y el caos del entorno, empezó a secuestrar niños, a los que mantenía ocultos en su casa para realizar actos horribles.
Los crímenes atroces
Enriqueta Martí no solo secuestraba a los niños, sino que también los asesinaba. Se dice que usaba sus cuerpos para preparar remedios y ungüentos que vendía a la alta sociedad barcelonesa, que creía en las propiedades curativas y rejuvenecedoras de estos macabros brebajes. Esta práctica le valió el apodo de «la vampira del Raval».
El caso que destapó sus crímenes fue el secuestro de la niña Teresita Guitart Congost en 1912. La desaparición de Teresita conmocionó a la ciudad, y la presión social llevó a una investigación intensa. Finalmente, gracias a una vecina que vio a la niña asomada a la ventana de la casa de Enriqueta, la policía irrumpió en el domicilio y descubrió una escena de horror: restos humanos, ropas ensangrentadas y un ambiente que confirmaba las peores sospechas sobre las actividades de Martí.
Detención y juicio
La detención de Enriqueta Martí fue un acontecimiento histórico en Barcelona. Su juicio atrajo la atención de toda España, y las revelaciones sobre sus crímenes llenaron las páginas de los periódicos durante meses. Sin embargo, la justicia nunca llegó a aplicarse de manera completa, ya que Martí murió en 1913 en la prisión Reina Amàlia, antes de que pudiera ser sentenciada. Las circunstancias de su muerte fueron sospechosas, y se rumorea que fue asesinada por otras reclusas.
Influencia en la cultura popular
La figura de Enriqueta Martí ha dejado una profunda huella en la cultura popular catalana. Su historia ha sido objeto de libros, películas y obras de teatro, y sigue siendo un tema recurrente en las narraciones de terror y misterio de la ciudad. La mezcla de hechos reales y leyendas ha creado una imagen de Martí como una figura casi mítica, símbolo del horror y la decadencia de una época pasada en el Raval.
Entre las obras que han abordado su historia destaca la novela La mala dona de Marc Pastor, que combina el rigor histórico con elementos de ficción para ofrecer una visión detallada y escalofriante de la vida y crímenes de Martí. La adaptación cinematográfica de esta obra también ha contribuido a mantener viva la leyenda de la vampira del Raval.
La historia de Enriqueta Martí es un recordatorio sombrío de hasta dónde puede llegar la maldad humana y de cómo los mitos como los de los vampiros y la realidad pueden entrelazarse para crear una narrativa aterradora que persiste a lo largo de los años. Aunque algunos detalles de su vida y crímenes se han perdido o distorsionado con el tiempo, la esencia de su historia sigue fascinando y horrorizando a todos aquellos que la descubren.
Barcelona no solo es una ciudad de belleza y cultura, sino también un lugar donde las sombras del pasado pueden revelarnos las historias más oscuras y sorprendentes. La figura de Enriqueta Martí, con su mezcla de realidad y mito, es una de las más impactantes de estas historias, recordándonos que incluso en los lugares más luminosos pueden esconderse los secretos más oscuros.